Antología Virtual de Poesía Un proyecto de CIC Colectivo La silla y Revista La silla Talcahuano- BíoBío - Chile
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domingo, 10 de mayo de 2009
DANIEL MORENA - URUGUAY
de Prehistoria del agua.
PUEBLO DE AGUA
.......................¿El agua es femenina o la mujer es oleaje,
.......................río nocturno, playa del alba tatuada por el viento?
.......................Octavio Paz
el paso parejo de los peces
una línea recta o sinuosa violada por un salto efímero…
perlado puño de escamas que traza en el aire un triángulo
sol profundo y alado que vuela un instante y se orbita
la herida delgada del horizonte sumerge el rojo viejo y doloroso del sol
la última luz desnuda salpica el agua de espejos antes de irse y la endulza
las rocas aguardan la tibia lengua de la ola siguiente
ágiles como una res liviana tres barcas recogen la red final
con los mismos peces multiplicados
casa adentro una mujer de canas lacias teje un pan con la infinita harina
se afina el aire como el grito inconsolable de un pájaro
dos médanos simétricos guarecen la villa y un arroyo
los naufragios y sus hijos
de madera y de hueso
ropa y esqueleto de las parcas del mar
las púas del invierno longilíneas
filosas como una huella de gaviota en la arena
laceran la intemperie sacudida de ladridos y grillos
un espasmo leve de rocío lacra una tormenta anunciada violenta
también habrá pesca al alba
disipo tu sueño al habitar la mañana la casa
trepo al hueco entre tus pechos dormidos
mi mano cóncava tapiza tu cuello luminoso
columna de mármol suave
página en blanco circular
las grietas de tu boca entreabierta anuncian un sino de arabescos que no descifro
traspaso la hondura fluida y la cortina fluyente y tibia de tu ventana negrísima
no inundaré las costas entre tus piernas
camino de agua hacia a un pueblo de terciopelo
laberinto de un solo corredor que te abre y te une
dejemos que la fiebre avance
hasta la tarde
sin lamentar el poniente que gotea su lágrima en la clepsidra
sal que no pesa agua adentro en tus mares
mujer líquida
copa hasta el borde de océanos que al beberte vuelco
en las ramas de mis dedos y en mis propios ríos
mujer fluida
al vértice de tus muslos sana mi larga busca
un delta de orillas rosadas y negra espuma
el agua perdida desde siempre
un día más mujer atados
un día entero de monstruosa salvación
girando en este Todo luminoso infernal
rodeados en un lazo de cuatro patas y dos cabezas
podré desmorir ser brasa y latir en el murmullo de tu corriente profunda
río descalzo y sin peso donde se licua el recuerdo
podré desnacer multiplicado y sin memoria recompuestas las astillas del espejo roto
dentro tuyo late el que fui
liso fluir
como antes de hundirme en las aguas de los años
como antes de que mis átomos se combinaran
cuando era filo del viento
canción liviana silbada bajito
cuando parecía no ser
o era algo del Todo no mutilado
tu profunda entraña me desvive
tu adentro tenue que compruebo delicado
caricia de una rosa incesante
párpado que lava al ojo insomne
fundo entre tus cejas la mirada hasta quedar un cíclope de sangre agolpada
animal que te galopa y rehuye
que se vuelve despacio a sus pasos
sobre la arena y la tiniebla que desconoce
sobre la piel que viste tus huesos frágiles
ando y desando tu boca púrpura
color sin tristeza en tus labios
tus manos obturan el párpado de mi sexo
lo anidan en la rosa profunda
por un camino gutural y niño
bordeado de sollozos y espinas
te miro
está el espejo
me veo viéndote
me huelo respirándote
respiro con tu sollozo de niña perdida
de mujer que vuelve a sus primeros pasos
con mi mano trémula apretada sigo a la deriva tu huella
por una vereda de baldosas rotas de años
de rayuelas limadas por la intemperie
de manos que hacían cometas y que las remontaban
de lluvias que te lamieron dulcemente
de naranjas frescas trabajosamente chupadas
hay un piano asordinado respetando la siesta
las cuentas de vidrio de un collar y la muñeca que te hizo madrecita
risas crueles sin remordimiento y nostálgicas misas en latín
una alcancía con flores secas y una lágrima siempre a tiempo
en la eternidad de esta sacra unión silente y si mi confesión alcanza
verás a uno que me habitó
diletante súcubo y doble espejo
–insulté prójimos lejanos que no conocía
quise ser Valjean y el cura que (al perdonarlo) nos perdona
invadí alcobas inocentes satisfecho y me alejé del satisfecho que me ocultó
mi remedio fue el deseo y mi enfermedad
le inventé un rostro de arena al enemigo que desmoroné
escuché mi latido de metal en una espada
y otro de sangre limpia en una encía sin mácula
casi perdí y cada batalla que no di
es un eslabón que arrastro por el páramo roto que tus besos restañan–
lo pasado y lo porvenir da igual
si nuestro reflejo converge
acaso resta algún etcétera
…ya en una diáspora de sotanas regresa la nada
una plegaria quiebra el silencio
la sacra unión se fragmenta con el vacío en qué pensás
corona de espinas sucedánea al éxtasis
cae un muro líquido sin cáliz donde volcarse
desmantelado el deseo nada queda
o nada había
desmaduran los rostros
se despliega la sombra con su capa de légamo azulado
Afuera también es la noche.
DOS DERIVAS
el placer de no hacer nada
la religión del agua
páramos poco edificantes
siempre a punto de poblarse
“TORMENTA DE NIEVE: …” (*)
*”Tormenta de nieve: un vapor a la entrada del puerto.” Tela de Joseph Mallord William Turner; 1842.
.......................A Joseph Turner
a bordo las sorpresas de siempre
la mirada anhelante por el ojo de buey
la montaña de agua cayendo
el circular designio del catalejo que anuncia anclar
la tierra acaso firme y el terror sublime de echar raíces
esas letras del epitafio
sólo entre nubes se deja ver el sol
sólo real entre reflejos
velado
como el buque entre la niebla
mancha móvil
oscuro naufragante duplicado en el agua
cuadro sin cara
lienzo sin ángulos
vórtice del puerto arándose
mueven al barco las curvas
los colores de un anti paisaje
el mar y el cielo fundidos móviles
como un viento y la vela que lo embolsa
el horizonte sin ruptura deletreado con trazo íntimo
continuo
la imaginación desnuda obrando sin rectas
el delirio sobrio de un inglés distinto
el agua casta no cesa y mana
fluye con delicada fuerza
con dedos hacia la orilla y uñas estiradas
manos que rascan muelles como un arpegio
un sonido que aguarda estallar contra la roca
pulir una piedra y hundirse
literatura, cultura
DANIEL MORENA - URUGUAY,
difusión Colectivo La silla,
ingrid odgers
lunes, 4 de mayo de 2009
PAOLA VALVERDE ALIER - Costa Rica
Paola dixit
"Mis poemas no son poemas, son el lenguaje de la magia. Amo los perros que comen frutas, me pierdo en las verdes páginas de la ventana de un bus. Soy mis palabras. No es una profesión, es la vida."
FUERON OTROS LOS DE FANGO
He tenido tantos niños,
tantas casas.
Fueron
y se fueron los de Paja
los de Alfalfa.
¿Y tú,
qué haces despierto a esta hora?
Escapo al temporal.
El Niño de Barro
tiene la piel de barro
hace aviones de papel
los lanza desde su casita del árbol.
Se acerca.
-Quiero que viajes en mi avión-
Le explico que no hace falta
tengo alas.
Pero insiste.
Los Niños de Barro siempre insisten.
VIDA LARVAL
Una puede nacer muchas veces
ponerse más alas de la cuenta,
enamorarse
construir su casa en la casa de un cuento
encantar si es de niños
asustar si es de viejos.
Una puede decidir no leer un libro,
comer mayonesa cuando hace frío
disfrutar de lo cursi
encerrarse en la árida celda
de un televisor.
Quebrar ramas
clavarle aguijones a la mañana,
y suicidarse poco a poco
hasta el andén que dice
“aún no terminamos de llorar”.
Una puede reventarse contra el techo
sacarle los ojos a la foto de ayer,
rescatar los instantes como estampas o celajes
que nunca fueron del mismo color.
ABEJA RUPESTRE
Hace mucho apresaron mi espíritu en una pared
el garabato de otros labios
a la tinta que prometía inmortalizarme.
Aprendí de los náufragos,
hombres sin zapatos
divididos
entre ellos mismos
y cientos de estrellas de mar.
Trajeron como ofrenda las palabras,
salitre, barcas
sábanas blancas.
Época de cazadores y recolectores,
redondel
donde el viento nos alza la bandera
para trenzar el infinito.
(Poemas del libro Fabricada por abejas, Inédito.)
Vida y milagros
Paola Valverde Alier, 1984. 3 libros inéditos: Princesa, Fabricada por Abejas y La Quinta Esquina del Cuadrilátero. Creadora del sueño “Rayuela Bar y Restaurante” en conjunto con Dennis Ávila. Gestora cultural, dictó 4 años un taller de poesía en la cárcel La Reforma. Actualmente coordina junto a Norberto Salinas el Festival Internacional de Poesía de Costa Rica. Su blog es: enrayuela.blogspot.com
literatura, cultura
difusión Colectivo La silla,
ingrid odgers,
PAOLA VALVERDE ALIER - Costa Rica
Florencia Smiths - San Antonio, Chile
Las Muertas
Tú
Tú me vas
Tú me vas a venir a decir
Tú me vas a venir a decir a mí
Que estoy prestada
Que no puedo parir
Ni por la boca
Ni por el vientre
Que no puedo hacerme la renuncia
A mi debilidad
Que no puedo asomarme a esa casa
Morbosa
Donde la muerte hizo de su cuerpo
Un hijo de ninguna vida
Donde justo en el centro de la herida infecta
Me esta creciendo una plaga que no se parece a ninguna de las mil
Y esa ruina
Me esta llenando una palabra entera por dentro
y al mismo tiempo me esta perforando
Justo ahí
Donde nada de mí se parece a nada de ti ni de nadie
Tú acaso
Alguna vez
como nula vez
me vas a venir a decir
Que tengo la voz hecha un hilo
apenas un silbido de páramo desierto
apenas un cuchillo y una tocadura accidental
y que si no fuera por esta sordina de voz que me queda
No podría reconocérseme el silencio nefasto que aguardo
Porque estoy prestada
Porque no sé decirme dejar de expeler así
Porque no sé darme de comer cuando hace frío
Porque no sé abrigarme cuando nadie me conoce
Porque no sé mentirme cuando los hechos están abiertos ante mi
Porque no sé colmarme si apenas me soporto
tampoco sé sostenerme si malamente me paro en amargo
Porque no sé cantarme la duda tal como viene
Porque no sé conducirme sin estos gestos pesados de la mente
Porque no conozco la adaptación sino a un margen
Porque no puedo soslayarme ante mis huidas
Porque no puedo ocultar la marca que castiga a mi cuerpo
y sin embargo me ato el paso
y sin embargo me cuezo la demora sin irme
Porque no convengo decir atenerme deberme obedecerme
En alguna parte del resto del miedo
Ese cadáver y ese mundo
mal se leen
Porque no doy altura ni asco suficiente
Para dejar de expelerme así
Para dejar de manifestar esta arcaica sola manera
Para dejar de estar siempre
en la parálisis
en la fractura
en el hueso desfasado
en el frío tarde y atiborrado de surcos
Y me doblo
Tan tensa como me soy me doblo
y sé guardarme
Aunque a veces me sobrevenga el riesgo de partirme
me doblo y me incomodo y pareciera que fuese a quedarme así en el desajuste
y sigo ensayando hasta hincharme y endurecerme
y quizá mutilarme sin verme
mientras tú
Tú vas
Tú me vas
Tú me fuiste a decir
Tú me quisiste
decir
que No
que esta parte mía
como ajena me es
no saca no corta no duele no aguanta
cuando se la golpea
Tú me hiciste decir
que yo lo quise
que sin mí no habría catástrofe
y yo, Catástrofe
y el crimen
y mi ancho paladar abierto
y mis costillas duras
y mi aliento suicida
y mi parte mas abierta
se borrarán de una memoria debilitada cuando amanezca
Tú me hiciste repetir
que no
Que sin mí ni mi suceso
No habría cárcel de carne
No habría ventanas selladas ni puertas descerrajadas
Que sin este porte ni este género
No habría las ganas
De más
Es por esto que ahora vienes
Te allegas sosteniéndome en las muñecas
Y así
Toda cosida como estoy
No te hablo
No sé hablar cuando tengo la lengua rota
Y nadie se acerca para abrirme
Para que salga esa espera
Esa tortura
Esa palabra que me creció hinchada
Y que dice No
Que se dice No
Que se sabe No
Que se inventa No
He de aprender a darme
A mentirme
A abrigarme
A decirme
A cantarme
A conducirme
A definirme
Esos son verbos que nunca olvidamos
Es sólo que la historia nos hizo suponerlo
Es solo que no estaba contemplado demorarse
Ni que el día de hoy nos dieran en llamar
Las Muertas
*Texto escrito para ChilePoesía 2008, martes 25 de noviembre, Día internacional de la no violencia contra la mujer, lectura en la Plaza de La Constitución, Santiago.
Hay niños
Hay niños bajitos que aprenden a estirarse en cuerpo y mente como un equilibrista del fuego elástico en las sienes
Hay niños de pelo oscuro que impulsan a las neuróticas a campos de dulces concentraciones y torturas
Hay niños de gestos torpes que no saben prender bien el cigarrillo de la mujer pero que al quemar poco a poco el dedo índice le encienden una hoguera de recíproca fugacidad
Hay niños atentos educados como orfanatarios en donde asienten a las más mínimas órdenes sean estas sexuales o no
Hay niños pulsionados y llevados a torrentes por sus vasos coagulados de puro gesto
Niños que buscan hombres y mujeres para sentirse menos solos para sentirse bien amados hasta cuando amanece bien temprano y se dan cuenta que la piel se les está arrugando
Hay niños que altos en su compostura implantan una mirada definitiva en las cortezas de los ojos de otras niñas
Ellas se ilusionan porque piensan que los niños altos con el pelo revuelto miran así para siempre y las arrojarán a sus brazos como testigos impávidos de asesinatos múltiples
Hay niños grandes de manos de pianista en alguna pauta perdida niños de uñas blancas casi transparentes como sus palabras desperdigadas en el ocio de una noche borracha
Los silencios de esos niños ángeles son como costritas que se posan leves en la epidermis del deseo y las niñas ancianas osan tocar las escamas como evidenciadas ante un acontecimiento elemental de suspicacias
Hay niños que temen un poco cuando se les ama
Hay niños que piensan que las citas a medias en bares de hoteles no tienen más destino que escribirlas en cuadernos antiguos y a cuadros
Hay niños profanos y fugaces, emancipados en las fiestas de sus magnetismos eternos
Hay niños blancos de cejas castañas que alimentan pasiones de niños en la fuga de un cuadro en el punto de una coma existencial
Hay niños amados que uno sin conocer ya está adorando y cuando llegan
Las miradas son la comprensión de una letanía imposible e inigualada de tanto esperarla
Hay niños bellos como la prisión de los bosques a cierta hora
Niños que acuden a los sueños porque sus cuerpos están hechos de inconsciencia pura
Hay niños suaves y viajantes en los ojos de los trenes en la noche a punto
Hay niños que cuando abrazan resquebrajan y mutilan quietamente la presión de la muerte en la espalda tensionada
Hay niños cruentos veloces displicentes asombrosos cuando hablan
Hay niños de todos y de nadie
Niños que se dominan solos y que nadie sabe controlar porque no son predecibles como el frío en los dedos y en los huesos
Hay niños que dicen te quiero lento y bajo
Hay niños malcriados y hermosos que ciegan al sol con sus movimientos retardos
Hay niños que he visto que he tocado que he coloreado
Pero nunca había conocido a un niño hecho de ángel a oscuras
en la cofradía de las especies
en la lubricación de palabras que vienen no sé de dónde
nunca así había desde niña sido embebida por un niño de-mente
que en su locura lógica determinara los rasgos de las huidas y los bordes traspasados
hay niños ciertos
pero de tan inmensos la falsedad asoma sin querer en sus textoscuerpos
Tú
Tú me vas
Tú me vas a venir a decir
Tú me vas a venir a decir a mí
Que estoy prestada
Que no puedo parir
Ni por la boca
Ni por el vientre
Que no puedo hacerme la renuncia
A mi debilidad
Que no puedo asomarme a esa casa
Morbosa
Donde la muerte hizo de su cuerpo
Un hijo de ninguna vida
Donde justo en el centro de la herida infecta
Me esta creciendo una plaga que no se parece a ninguna de las mil
Y esa ruina
Me esta llenando una palabra entera por dentro
y al mismo tiempo me esta perforando
Justo ahí
Donde nada de mí se parece a nada de ti ni de nadie
Tú acaso
Alguna vez
como nula vez
me vas a venir a decir
Que tengo la voz hecha un hilo
apenas un silbido de páramo desierto
apenas un cuchillo y una tocadura accidental
y que si no fuera por esta sordina de voz que me queda
No podría reconocérseme el silencio nefasto que aguardo
Porque estoy prestada
Porque no sé decirme dejar de expeler así
Porque no sé darme de comer cuando hace frío
Porque no sé abrigarme cuando nadie me conoce
Porque no sé mentirme cuando los hechos están abiertos ante mi
Porque no sé colmarme si apenas me soporto
tampoco sé sostenerme si malamente me paro en amargo
Porque no sé cantarme la duda tal como viene
Porque no sé conducirme sin estos gestos pesados de la mente
Porque no conozco la adaptación sino a un margen
Porque no puedo soslayarme ante mis huidas
Porque no puedo ocultar la marca que castiga a mi cuerpo
y sin embargo me ato el paso
y sin embargo me cuezo la demora sin irme
Porque no convengo decir atenerme deberme obedecerme
En alguna parte del resto del miedo
Ese cadáver y ese mundo
mal se leen
Porque no doy altura ni asco suficiente
Para dejar de expelerme así
Para dejar de manifestar esta arcaica sola manera
Para dejar de estar siempre
en la parálisis
en la fractura
en el hueso desfasado
en el frío tarde y atiborrado de surcos
Y me doblo
Tan tensa como me soy me doblo
y sé guardarme
Aunque a veces me sobrevenga el riesgo de partirme
me doblo y me incomodo y pareciera que fuese a quedarme así en el desajuste
y sigo ensayando hasta hincharme y endurecerme
y quizá mutilarme sin verme
mientras tú
Tú vas
Tú me vas
Tú me fuiste a decir
Tú me quisiste
decir
que No
que esta parte mía
como ajena me es
no saca no corta no duele no aguanta
cuando se la golpea
Tú me hiciste decir
que yo lo quise
que sin mí no habría catástrofe
y yo, Catástrofe
y el crimen
y mi ancho paladar abierto
y mis costillas duras
y mi aliento suicida
y mi parte mas abierta
se borrarán de una memoria debilitada cuando amanezca
Tú me hiciste repetir
que no
Que sin mí ni mi suceso
No habría cárcel de carne
No habría ventanas selladas ni puertas descerrajadas
Que sin este porte ni este género
No habría las ganas
De más
Es por esto que ahora vienes
Te allegas sosteniéndome en las muñecas
Y así
Toda cosida como estoy
No te hablo
No sé hablar cuando tengo la lengua rota
Y nadie se acerca para abrirme
Para que salga esa espera
Esa tortura
Esa palabra que me creció hinchada
Y que dice No
Que se dice No
Que se sabe No
Que se inventa No
He de aprender a darme
A mentirme
A abrigarme
A decirme
A cantarme
A conducirme
A definirme
Esos son verbos que nunca olvidamos
Es sólo que la historia nos hizo suponerlo
Es solo que no estaba contemplado demorarse
Ni que el día de hoy nos dieran en llamar
Las Muertas
*Texto escrito para ChilePoesía 2008, martes 25 de noviembre, Día internacional de la no violencia contra la mujer, lectura en la Plaza de La Constitución, Santiago.
Hay niños
Hay niños bajitos que aprenden a estirarse en cuerpo y mente como un equilibrista del fuego elástico en las sienes
Hay niños de pelo oscuro que impulsan a las neuróticas a campos de dulces concentraciones y torturas
Hay niños de gestos torpes que no saben prender bien el cigarrillo de la mujer pero que al quemar poco a poco el dedo índice le encienden una hoguera de recíproca fugacidad
Hay niños atentos educados como orfanatarios en donde asienten a las más mínimas órdenes sean estas sexuales o no
Hay niños pulsionados y llevados a torrentes por sus vasos coagulados de puro gesto
Niños que buscan hombres y mujeres para sentirse menos solos para sentirse bien amados hasta cuando amanece bien temprano y se dan cuenta que la piel se les está arrugando
Hay niños que altos en su compostura implantan una mirada definitiva en las cortezas de los ojos de otras niñas
Ellas se ilusionan porque piensan que los niños altos con el pelo revuelto miran así para siempre y las arrojarán a sus brazos como testigos impávidos de asesinatos múltiples
Hay niños grandes de manos de pianista en alguna pauta perdida niños de uñas blancas casi transparentes como sus palabras desperdigadas en el ocio de una noche borracha
Los silencios de esos niños ángeles son como costritas que se posan leves en la epidermis del deseo y las niñas ancianas osan tocar las escamas como evidenciadas ante un acontecimiento elemental de suspicacias
Hay niños que temen un poco cuando se les ama
Hay niños que piensan que las citas a medias en bares de hoteles no tienen más destino que escribirlas en cuadernos antiguos y a cuadros
Hay niños profanos y fugaces, emancipados en las fiestas de sus magnetismos eternos
Hay niños blancos de cejas castañas que alimentan pasiones de niños en la fuga de un cuadro en el punto de una coma existencial
Hay niños amados que uno sin conocer ya está adorando y cuando llegan
Las miradas son la comprensión de una letanía imposible e inigualada de tanto esperarla
Hay niños bellos como la prisión de los bosques a cierta hora
Niños que acuden a los sueños porque sus cuerpos están hechos de inconsciencia pura
Hay niños suaves y viajantes en los ojos de los trenes en la noche a punto
Hay niños que cuando abrazan resquebrajan y mutilan quietamente la presión de la muerte en la espalda tensionada
Hay niños cruentos veloces displicentes asombrosos cuando hablan
Hay niños de todos y de nadie
Niños que se dominan solos y que nadie sabe controlar porque no son predecibles como el frío en los dedos y en los huesos
Hay niños que dicen te quiero lento y bajo
Hay niños malcriados y hermosos que ciegan al sol con sus movimientos retardos
Hay niños que he visto que he tocado que he coloreado
Pero nunca había conocido a un niño hecho de ángel a oscuras
en la cofradía de las especies
en la lubricación de palabras que vienen no sé de dónde
nunca así había desde niña sido embebida por un niño de-mente
que en su locura lógica determinara los rasgos de las huidas y los bordes traspasados
hay niños ciertos
pero de tan inmensos la falsedad asoma sin querer en sus textoscuerpos
Breve Reseña
San Antonio, 1976. Profesora de Castellano y Licenciada en Educación de la Universidad de Playa Ancha de Valparaíso (2002). -Ha publicado El margen del cuerpo, Editorial Fuga, 2008. -Publicaciones en Antologías: *Antología 21 poetas, Universidad de Playa Ancha. (1999) *Antología Poética “Viernes, veinte horas”, Taller Veinticuatro, Centro Comunitario Padre Hurtado, Las Condes. Claudio Geisse editor. (2001) *Creación desde la palabra, UTFSM de Valparaíso. (2001) *Antología Poética Universidad de Playa Ancha (2002) *Antología de la joven poesía de Valparaíso “El mapa no es el territorio”, Editorial Fuga. Ismael Gavilán. (2007) *Antología Poética Des-aparecido, Valparaíso. Ediciones Comuna Memoria (2007). *Escritura Pública, Obras reunidas. Taller de Escrituras Buceo Táctico, San Antonio. Editorial Economías de Guerra. (2008) -Encuentros y lecturas públicas de poesía: *Carnavales Culturales de Valparaíso (2001) *Encuentro Internacional de Poetas CHILE-POESÍA, Santiago (2003) *Encuentro Internacional de Poetas Jóvenes POQUITA FÉ, Santiago (2004) *En boca de mujer (Lectura de poetas chilenas). Día mundial del libro y el derecho de autor, SECH. Biblioteca Nacional, Santiago. (2008) *Homenaje a Gabriela Mistral, Universidad Santo Tomás, Viña del Mar (2008) *Encuentro Internacional de Poetas CHILE-POESÍA, Santiago (2008) Florencia Smiths
San Antonio, 1976. Profesora de Castellano y Licenciada en Educación de la Universidad de Playa Ancha de Valparaíso (2002). -Ha publicado El margen del cuerpo, Editorial Fuga, 2008. -Publicaciones en Antologías: *Antología 21 poetas, Universidad de Playa Ancha. (1999) *Antología Poética “Viernes, veinte horas”, Taller Veinticuatro, Centro Comunitario Padre Hurtado, Las Condes. Claudio Geisse editor. (2001) *Creación desde la palabra, UTFSM de Valparaíso. (2001) *Antología Poética Universidad de Playa Ancha (2002) *Antología de la joven poesía de Valparaíso “El mapa no es el territorio”, Editorial Fuga. Ismael Gavilán. (2007) *Antología Poética Des-aparecido, Valparaíso. Ediciones Comuna Memoria (2007). *Escritura Pública, Obras reunidas. Taller de Escrituras Buceo Táctico, San Antonio. Editorial Economías de Guerra. (2008) -Encuentros y lecturas públicas de poesía: *Carnavales Culturales de Valparaíso (2001) *Encuentro Internacional de Poetas CHILE-POESÍA, Santiago (2003) *Encuentro Internacional de Poetas Jóvenes POQUITA FÉ, Santiago (2004) *En boca de mujer (Lectura de poetas chilenas). Día mundial del libro y el derecho de autor, SECH. Biblioteca Nacional, Santiago. (2008) *Homenaje a Gabriela Mistral, Universidad Santo Tomás, Viña del Mar (2008) *Encuentro Internacional de Poetas CHILE-POESÍA, Santiago (2008) Florencia Smiths
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ingrid odgers
viernes, 13 de junio de 2008
Damaris Calderón - Cuba
El espectador sin espectáculo
El espectador sin espectáculo es una idea absurda
Nietzsche
Dos muchachas, dos caballos corriendo, torsos adelante, belfos que
rompen ramas, ancas que crujen CORRER CORRER CORRER a la
estación vecina, CORRER CORRER CORRER como si las azuzaran
perros que no las azuzan.
—Un cántaro de leche —dijo Pep—. Mi infancia es como un cántaro
de leche. Humeaba. Se quebró. Mi madre mecía una cuna y
entonaba una canción con el pie. Con el pie le daban a Emiliano, le
reventaban el hocico, lo ataban por detrás «para que cantara».
—Y cantábamos bajito haciéndonos cosquillas bajo las sábanas para
que no nos oyeran los demás, hasta que llegaba mi padre y se pasaba
una mano por los ojos.
—Por los ojos no, por la visera.
Mi padre tenía una visera que impedía mirarle a los ojos. Como el
caballo que amarraba todas las noches junto a la cama para que no
pudiera CORRER CORRER CORRER como nosotras, dos
muchachas (todavía no, dos niñas) con las rodillas peladas girando
en redondo al fondo de la pieza.
—Amárrenla —dijo el de la visera—. Clausuren las ventanas.
Como si fuera posible hacer algo más que ir dejando las cosas detrás
y CORRER CORRER CORRER CORRER CORRER CORRER
CORRER CORRER.
—Eso puedo olvidarlo —dijo Pep—. Lo que no sé es si puedo
sobrevivir.
Pie: Extremidad de cualquiera de los miembros inferiores del
hombre que sirve para sostenerse o andar. Parte análoga y con igual
destino en muchos animales.
—Ésta es tu cabeza.
Y éstas tus dos manos.
Y éste tu tronco
dijo como afirmándome.
Y éstos tus dos pies.
Y ya no pude tenerme en pie.
Cuando me olvido que soy dos
lloro por mí toda la noche.
Pep era demasiado grande
antes de que la sujetaran
a los barrotes de la cama.
DE LA DIGNIDAD DE LOS OFICIOS
El jardinero corta flores
el verdugo cabezas.
El cerrajero hace llaves maestras
el ladrón prueba su ganzúa.
La madre carga a su hijo
los sepultureros cargan muertos.
Los marineros atraviesan mares
las balas atraviesan corazones.
El dentista hace abrir la boca
la prostituta abre las piernas.
Los herreros aherrojan las bestias
para que no se vayan
por el camino equivocado.
Y dijo Pep:
—Cuando algo te duela, no lo apartes,
húndelo en ti, cantando,
como se hunde la moneda en el fondo del río.
—A las deidades del cielo se les inmolan animales
con la cabeza mirando a lo alto,
a las del infierno,
con la cabeza mirando hacia abajo.
Eso dijo.
Y le hizo (me hizo)
doblar la cabeza.
Emiliano, el tercero de nosotros,
cuando éramos tres (si llegábamos a ser tres)
tocaba la flauta como una navaja.
Por eso dicen que se hizo asesino.
Cuando a Pep le levantan el vestido
yo puedo oír los ruidos
y las fricciones más amargas
que sobadas de abuela.
Y cuando el vestido se queda solo
yo sé que sufre de cosas
que ni siquiera el viento se atreve a repetir.
Con zumo de naranja
con ramas de albahaca
con miel y cascarilla
con el sagrado corazón de Jesús
se limpian los males
de esta casa
cerrada
sin espíritu
Rayan el cielo
lo podan
lo recortan.
Pero entre los barrotes
el cielo crece como pasto.
Se expande sin pudor
mancha las sábanas
Azul Azul
para pavor de las enfermeras.
—Igualita a su padre —me dicen—.
Con los mismos hermosos
dientes de caballo.
Y al río nadie
(ni mi padre)
lo puede sujetar.
Y trae botellas, corchos,
juramentos de amantes,
cartas, ahogados,
y otros desperdicios
que esperamos con júbilo.
En esta tierra
tubérculos y hombres nos sembramos
en espera de la resurrección el milagro.
Así morimos.
Así nos levantamos cada mañana.
La cabeza inclinada.
El torso adelante.
Y las piernas que marchan
en dirección contraria.
húsar:
algo que ni Pep ni yo llegaremos a ser.
Y cuando seamos tres
(si llegamos a serlo)
Emiliano andará por las azoteas.
Y encontramos la cabeza de la vaca muerta
la astuta vaca sabina que nos hizo creer
que aquí podía levantarse un imperio.
¿Loviste?
No.
Noneo.
Ninguno.
Nacido.
Nonato.
Vaciado.
Cayendo.
Golpeando.
ras
con
ras.
¿Quién frota estos cristales y no es el invierno?
¿Quién se aleja con pequeñas pisadas?
Natividad, Natividad,
¿qué nombre dije?
Pulsión
de la
hoja que cae
febrilmente
amarilla
y
todavía
no
alcanza
el
temblor
de
una
mano.
Las palomas picotean el tendido eléctrico
cables de alta tensión
huesos que duelen
juntura
con
juntura.
Y las cotorras pasan hablando en lengua
y el Ecuador cayó
los polos giraron.
Ahora mismo está nevando en la calle San Lázaro
y mi madre se sobrecoge.
Y yo busco una lámpara.
Ninguna
como esos ojos de mi madre.
Los ojos de mi madre
no vieron el horror de las guerras mundiales,
otras pequeñas, íntimas
la amarraron al horcón de la casa.
¿Con qué partes del cuerpo
sedujiste a mi padre,
que habrá temblado como yo?
Te amordazamos con las sábanas
te envenenamos con el agua
que nos traías del pozo,
Raquel.
Me alejé de mi casa.
perdóname.
Me alejé del corazón del hombre.
perdóname.
Olvidé la respiración de mi hermana.
perdóname.
La parra de mi abuelo, el sillón de mimbre.
perdóname.
Ya no soy digno.
A los mares les faltan afluentes,
a mis manos les sobran ríos.
Y vi que era hermosa vida aquella
la que se sostiene sobre dos patas.
Como los flamencos.
Pep apenas se apoya en un pie
y danza inmóvil
Como los flamencos.
A Pep la despojaron
hasta de los pronombres posesivos.
Fui
lo
perdiendo
todo
poco
a
poco.
Las cosas pierden su peso.
Las puertas pierden los goznes.
Las ventanas ya no se apoyan en los marcos.
Los rostros no se apoyan en las ventanas.
El campanero toca las campanas
y el pie que apunta a la eternidad
cuelga como un badajo.
El campanero, como el mulo,
su misión no siente.
Cuando secaban los muertos en carrera
era como una fiesta de domingo:
repicar de campanas, rechinar de las ruedas.
Y la cara jovial del cochero,
que avanza, pese a todo.
Por mí se va a la ciudad doliente.
Por mí se va al eterno tormento.
Por mí se va
tras la maldita gente.
Escucho a los insectos
y a los hombres
con la misma
perfecta
indiferencia.
Cuando yo me hundo en tierra,
Pep brota.
No somos avestruces
aunque pasamos todo el día con la cabeza metida en la arena.
Hacer agujeros es nuestra forma de avanzar.
Avanza, avanza el pie.
Para que yo escriba
Pep enloquece en círculos.
La verdad no es redonda.
La poesía no comunica.
Las palabras
no comunican.
El lenguaje
es una tercera persona.
Extinguirse.
Hacer las maletas
—rápido—
antes de que la noche
te sobreviva.
Envenenarse con los mares del Sur.
Y ser un extranjero
que no busca otra cosa
sino un lugar donde poner los pies.
Pero cuando se ponen los pies desaparecen los caminos.
El tiempo escribe en ti sus pequeños apuntes.
Cuando la explanada se cierra
vacía
sin excremento de caballo
sin yerba para enmudecer
ni relincho humano
nadie podrá indicarte el camino de regreso a casa.
— ¿Decías?
Yo me saqué a mi país de una costilla
y desde entonces ando con las manos vacías.
Con la próxima helada.
Cuando los pájaros emigren.
Tal vez el año próximo.
Una ventana.
Recostar la cabeza en ella
como si ese verdor fuera posible.
Breve reseña:
Damaris Calderón nació en La Habana en 1967. Ha obtenido el Premio al Poeta Joven, de la Asociación Hermanos Saíz, en 1987; el Premio Ismaelillo, de la UNEAC; el Premio de la Revista Revolución y Cultura, y el Premio de la Revista de Libros, de El Mercurio, Chile. Ha publicado: Con el terror del equilibrista, 1987; Duras aguas del trópico, 1992; Guijarros, 1994; Duro de roer, 1999 y Sílabas, Ecce Homo, 2001.
El espectador sin espectáculo es una idea absurda
Nietzsche
Dos muchachas, dos caballos corriendo, torsos adelante, belfos que
rompen ramas, ancas que crujen CORRER CORRER CORRER a la
estación vecina, CORRER CORRER CORRER como si las azuzaran
perros que no las azuzan.
—Un cántaro de leche —dijo Pep—. Mi infancia es como un cántaro
de leche. Humeaba. Se quebró. Mi madre mecía una cuna y
entonaba una canción con el pie. Con el pie le daban a Emiliano, le
reventaban el hocico, lo ataban por detrás «para que cantara».
—Y cantábamos bajito haciéndonos cosquillas bajo las sábanas para
que no nos oyeran los demás, hasta que llegaba mi padre y se pasaba
una mano por los ojos.
—Por los ojos no, por la visera.
Mi padre tenía una visera que impedía mirarle a los ojos. Como el
caballo que amarraba todas las noches junto a la cama para que no
pudiera CORRER CORRER CORRER como nosotras, dos
muchachas (todavía no, dos niñas) con las rodillas peladas girando
en redondo al fondo de la pieza.
—Amárrenla —dijo el de la visera—. Clausuren las ventanas.
Como si fuera posible hacer algo más que ir dejando las cosas detrás
y CORRER CORRER CORRER CORRER CORRER CORRER
CORRER CORRER.
—Eso puedo olvidarlo —dijo Pep—. Lo que no sé es si puedo
sobrevivir.
Pie: Extremidad de cualquiera de los miembros inferiores del
hombre que sirve para sostenerse o andar. Parte análoga y con igual
destino en muchos animales.
—Ésta es tu cabeza.
Y éstas tus dos manos.
Y éste tu tronco
dijo como afirmándome.
Y éstos tus dos pies.
Y ya no pude tenerme en pie.
Cuando me olvido que soy dos
lloro por mí toda la noche.
Pep era demasiado grande
antes de que la sujetaran
a los barrotes de la cama.
DE LA DIGNIDAD DE LOS OFICIOS
El jardinero corta flores
el verdugo cabezas.
El cerrajero hace llaves maestras
el ladrón prueba su ganzúa.
La madre carga a su hijo
los sepultureros cargan muertos.
Los marineros atraviesan mares
las balas atraviesan corazones.
El dentista hace abrir la boca
la prostituta abre las piernas.
Los herreros aherrojan las bestias
para que no se vayan
por el camino equivocado.
Y dijo Pep:
—Cuando algo te duela, no lo apartes,
húndelo en ti, cantando,
como se hunde la moneda en el fondo del río.
—A las deidades del cielo se les inmolan animales
con la cabeza mirando a lo alto,
a las del infierno,
con la cabeza mirando hacia abajo.
Eso dijo.
Y le hizo (me hizo)
doblar la cabeza.
Emiliano, el tercero de nosotros,
cuando éramos tres (si llegábamos a ser tres)
tocaba la flauta como una navaja.
Por eso dicen que se hizo asesino.
Cuando a Pep le levantan el vestido
yo puedo oír los ruidos
y las fricciones más amargas
que sobadas de abuela.
Y cuando el vestido se queda solo
yo sé que sufre de cosas
que ni siquiera el viento se atreve a repetir.
Con zumo de naranja
con ramas de albahaca
con miel y cascarilla
con el sagrado corazón de Jesús
se limpian los males
de esta casa
cerrada
sin espíritu
Rayan el cielo
lo podan
lo recortan.
Pero entre los barrotes
el cielo crece como pasto.
Se expande sin pudor
mancha las sábanas
Azul Azul
para pavor de las enfermeras.
—Igualita a su padre —me dicen—.
Con los mismos hermosos
dientes de caballo.
Y al río nadie
(ni mi padre)
lo puede sujetar.
Y trae botellas, corchos,
juramentos de amantes,
cartas, ahogados,
y otros desperdicios
que esperamos con júbilo.
En esta tierra
tubérculos y hombres nos sembramos
en espera de la resurrección el milagro.
Así morimos.
Así nos levantamos cada mañana.
La cabeza inclinada.
El torso adelante.
Y las piernas que marchan
en dirección contraria.
húsar:
algo que ni Pep ni yo llegaremos a ser.
Y cuando seamos tres
(si llegamos a serlo)
Emiliano andará por las azoteas.
Y encontramos la cabeza de la vaca muerta
la astuta vaca sabina que nos hizo creer
que aquí podía levantarse un imperio.
¿Loviste?
No.
Noneo.
Ninguno.
Nacido.
Nonato.
Vaciado.
Cayendo.
Golpeando.
ras
con
ras.
¿Quién frota estos cristales y no es el invierno?
¿Quién se aleja con pequeñas pisadas?
Natividad, Natividad,
¿qué nombre dije?
Pulsión
de la
hoja que cae
febrilmente
amarilla
y
todavía
no
alcanza
el
temblor
de
una
mano.
Las palomas picotean el tendido eléctrico
cables de alta tensión
huesos que duelen
juntura
con
juntura.
Y las cotorras pasan hablando en lengua
y el Ecuador cayó
los polos giraron.
Ahora mismo está nevando en la calle San Lázaro
y mi madre se sobrecoge.
Y yo busco una lámpara.
Ninguna
como esos ojos de mi madre.
Los ojos de mi madre
no vieron el horror de las guerras mundiales,
otras pequeñas, íntimas
la amarraron al horcón de la casa.
¿Con qué partes del cuerpo
sedujiste a mi padre,
que habrá temblado como yo?
Te amordazamos con las sábanas
te envenenamos con el agua
que nos traías del pozo,
Raquel.
Me alejé de mi casa.
perdóname.
Me alejé del corazón del hombre.
perdóname.
Olvidé la respiración de mi hermana.
perdóname.
La parra de mi abuelo, el sillón de mimbre.
perdóname.
Ya no soy digno.
A los mares les faltan afluentes,
a mis manos les sobran ríos.
Y vi que era hermosa vida aquella
la que se sostiene sobre dos patas.
Como los flamencos.
Pep apenas se apoya en un pie
y danza inmóvil
Como los flamencos.
A Pep la despojaron
hasta de los pronombres posesivos.
Fui
lo
perdiendo
todo
poco
a
poco.
Las cosas pierden su peso.
Las puertas pierden los goznes.
Las ventanas ya no se apoyan en los marcos.
Los rostros no se apoyan en las ventanas.
El campanero toca las campanas
y el pie que apunta a la eternidad
cuelga como un badajo.
El campanero, como el mulo,
su misión no siente.
Cuando secaban los muertos en carrera
era como una fiesta de domingo:
repicar de campanas, rechinar de las ruedas.
Y la cara jovial del cochero,
que avanza, pese a todo.
Por mí se va a la ciudad doliente.
Por mí se va al eterno tormento.
Por mí se va
tras la maldita gente.
Escucho a los insectos
y a los hombres
con la misma
perfecta
indiferencia.
Cuando yo me hundo en tierra,
Pep brota.
No somos avestruces
aunque pasamos todo el día con la cabeza metida en la arena.
Hacer agujeros es nuestra forma de avanzar.
Avanza, avanza el pie.
Para que yo escriba
Pep enloquece en círculos.
La verdad no es redonda.
La poesía no comunica.
Las palabras
no comunican.
El lenguaje
es una tercera persona.
Extinguirse.
Hacer las maletas
—rápido—
antes de que la noche
te sobreviva.
Envenenarse con los mares del Sur.
Y ser un extranjero
que no busca otra cosa
sino un lugar donde poner los pies.
Pero cuando se ponen los pies desaparecen los caminos.
El tiempo escribe en ti sus pequeños apuntes.
Cuando la explanada se cierra
vacía
sin excremento de caballo
sin yerba para enmudecer
ni relincho humano
nadie podrá indicarte el camino de regreso a casa.
— ¿Decías?
Yo me saqué a mi país de una costilla
y desde entonces ando con las manos vacías.
Con la próxima helada.
Cuando los pájaros emigren.
Tal vez el año próximo.
Una ventana.
Recostar la cabeza en ella
como si ese verdor fuera posible.
Breve reseña:
Damaris Calderón nació en La Habana en 1967. Ha obtenido el Premio al Poeta Joven, de la Asociación Hermanos Saíz, en 1987; el Premio Ismaelillo, de la UNEAC; el Premio de la Revista Revolución y Cultura, y el Premio de la Revista de Libros, de El Mercurio, Chile. Ha publicado: Con el terror del equilibrista, 1987; Duras aguas del trópico, 1992; Guijarros, 1994; Duro de roer, 1999 y Sílabas, Ecce Homo, 2001.
literatura, cultura
damaris calderon,
ingrid odgers,
poetas del mundo
lunes, 4 de febrero de 2008
Michael Harlow - Nueva Zelanda, 1937
Todo acerca del mundo
La semana pasada
Casandra, la hija de mi amigo
me preguntó con una delgada voz
de maravilla, si no me importaría
contarle todo acerca del mundo
Hoy ella
telefoneó y dijo lo que voy a decirte
acerca de la poesía, ya que habían estado escuchando
poesía en la escuela
Uh, huh, dije
porque no pude pensar en nada más
qué decir, y además había sido una dura faena
no contarle todo acerca del mundo
entonces dijo ella
bajando la voz, armándome una
grande, Poesía es cuando las palabras cantan
pude escuchar, pienso que pude escuchar que ella
ya sabía suficiente acerca de «todo acerca del mundo»
para mantenerse cantando de cuando en cuando
y luego ella añadió,
ya que se encontraba en tal prisa,
en cerca de 100 años, los árboles
serán llamados gente muy importante.
¡Se vienen las nodrizas!
¿Qué saben los tanques pernoctando
en la noche bajo una luna llena o bajo ninguna?
perezosos en sus madrigueras, desean desfiles
Sus mecanismos intactos; tan puros
sueños de catástrofe, sus visiones de
conchas esputadas, sus cabezas giratorias
esparciendo pájaros en la oscuridad.
Y tan simples en su descanso,
ronronean con ahínco. Como cochecillos de niño
son remodelados para anidar bajo la
Acrópolis, paseándose por las explanadas
en Río. Que sea dicho: ¡se vienen
las nodrizas! Se pusieron de moda.
Se están desplazando hacia las calles vacías
de nuestras ciudades. Mira - cómo
refulgen bajo los abrigos de nuestros
generales, realizando fuertes invasiones
en el centro de nuestro sueño. Ellos
Bruñen sus huellas bajo la oscuridad
En yardas de acero. Coleccionando paisajes
Para quejarse a lo largo, se arrullan ellos mismos
Hacia el sueño; y están contando gente.
El acuerdo final
Los guardias arriban en carruajes
arrastrados por caballos azules
ellos descienden
se acuclillan bajo la pincelada de árboles
en el clima verde de la Vieja Ciudad
cuando el sol está alto y la luz fuerte
ellos fuerzan oscuros cubículos
sacan a los prisioneros
sacan agujas, hilo
sacan a las esposas y a los hijos
de los prisioneros
los colocan uno al lado del otro
los apiñan completamente bajo el sol
y uno por uno los cosen juntos
Traducciones de Raúl Jaime Gaviria
BREVE RESEÑA:
Michael Harlow nació en Estados Unidos en 1937. Poeta, narrador, editor, guionista de cine y psicoterapeuta junguiano. De padre griego y madre ucraniana, viajó extensamente por Europa hasta arraigar y nacionalizarse en Nueva Zelanda en 1968. Algunas de sus obras: Poems, 1965; Events, 1974; The Book of Quiet, 1974; Nothing But Switzerland and Lemonade, 1980, -Primer libro de poemas en prosa publicado en Nueva Zelanda-; Today Is the Piano’s Birthday, 1981; Vlaminck’s Tie, 1985 y Giotto’s Elephant, 1991, finalista en el Nacional Book Awards, 1991. Durante 10 años editó la revista literaria Landfall. También ha publicado prosa corta, ensayos y reseñas críticas y diferentes publicaciones y antologías. Obtuvo el premio Katherine Mansfield Fellow en 1986 y en 1991 el New Zealand-Australia Literary Exchange fellow. Escribió un guión para cortometraje, Heavy Traffic in the Dark, en colaboración con el cineasta Stephanien Donald. En el 2005 la Universidad de Auckland publicó su más reciente colección de poesía, Cassandra’s Daughter. Según Elizabeth Smither, «en sus poemas líricos y poemas en prosa, el imaginario persistente va en busca de un lenguaje para articular algo de la curiosa y surrealista extrañeza de lo cotidiano. Poemas que a través de los micromundos del arte, el circo, el teatro y los sueños miran alrededor de las esquinas y tras el espejo, para explorar el por qué somos tan misteriosos para nosotros y para los otros, poemas cuya claridad radica en la naturaleza y la forma de las preguntas formuladas más que en la fácil respuesta. Una característica de la curva imaginativa de Harlow, es su poesía «donde el mundo se convierte en escritura y el lenguaje se transforma en el doble del mundo». Los poemas condensados con imágenes y pensamientos que cabalgan audazmente entre el mundo tal como lo conocemos y el mundo con la llamada capa civilizada removida. «Poemas de amor profundos en diferentes niveles, y poemas en prosa como siempre espléndidos e imponentes».
La semana pasada
Casandra, la hija de mi amigo
me preguntó con una delgada voz
de maravilla, si no me importaría
contarle todo acerca del mundo
Hoy ella
telefoneó y dijo lo que voy a decirte
acerca de la poesía, ya que habían estado escuchando
poesía en la escuela
Uh, huh, dije
porque no pude pensar en nada más
qué decir, y además había sido una dura faena
no contarle todo acerca del mundo
entonces dijo ella
bajando la voz, armándome una
grande, Poesía es cuando las palabras cantan
pude escuchar, pienso que pude escuchar que ella
ya sabía suficiente acerca de «todo acerca del mundo»
para mantenerse cantando de cuando en cuando
y luego ella añadió,
ya que se encontraba en tal prisa,
en cerca de 100 años, los árboles
serán llamados gente muy importante.
¡Se vienen las nodrizas!
¿Qué saben los tanques pernoctando
en la noche bajo una luna llena o bajo ninguna?
perezosos en sus madrigueras, desean desfiles
Sus mecanismos intactos; tan puros
sueños de catástrofe, sus visiones de
conchas esputadas, sus cabezas giratorias
esparciendo pájaros en la oscuridad.
Y tan simples en su descanso,
ronronean con ahínco. Como cochecillos de niño
son remodelados para anidar bajo la
Acrópolis, paseándose por las explanadas
en Río. Que sea dicho: ¡se vienen
las nodrizas! Se pusieron de moda.
Se están desplazando hacia las calles vacías
de nuestras ciudades. Mira - cómo
refulgen bajo los abrigos de nuestros
generales, realizando fuertes invasiones
en el centro de nuestro sueño. Ellos
Bruñen sus huellas bajo la oscuridad
En yardas de acero. Coleccionando paisajes
Para quejarse a lo largo, se arrullan ellos mismos
Hacia el sueño; y están contando gente.
El acuerdo final
Los guardias arriban en carruajes
arrastrados por caballos azules
ellos descienden
se acuclillan bajo la pincelada de árboles
en el clima verde de la Vieja Ciudad
cuando el sol está alto y la luz fuerte
ellos fuerzan oscuros cubículos
sacan a los prisioneros
sacan agujas, hilo
sacan a las esposas y a los hijos
de los prisioneros
los colocan uno al lado del otro
los apiñan completamente bajo el sol
y uno por uno los cosen juntos
Traducciones de Raúl Jaime Gaviria
BREVE RESEÑA:
Michael Harlow nació en Estados Unidos en 1937. Poeta, narrador, editor, guionista de cine y psicoterapeuta junguiano. De padre griego y madre ucraniana, viajó extensamente por Europa hasta arraigar y nacionalizarse en Nueva Zelanda en 1968. Algunas de sus obras: Poems, 1965; Events, 1974; The Book of Quiet, 1974; Nothing But Switzerland and Lemonade, 1980, -Primer libro de poemas en prosa publicado en Nueva Zelanda-; Today Is the Piano’s Birthday, 1981; Vlaminck’s Tie, 1985 y Giotto’s Elephant, 1991, finalista en el Nacional Book Awards, 1991. Durante 10 años editó la revista literaria Landfall. También ha publicado prosa corta, ensayos y reseñas críticas y diferentes publicaciones y antologías. Obtuvo el premio Katherine Mansfield Fellow en 1986 y en 1991 el New Zealand-Australia Literary Exchange fellow. Escribió un guión para cortometraje, Heavy Traffic in the Dark, en colaboración con el cineasta Stephanien Donald. En el 2005 la Universidad de Auckland publicó su más reciente colección de poesía, Cassandra’s Daughter. Según Elizabeth Smither, «en sus poemas líricos y poemas en prosa, el imaginario persistente va en busca de un lenguaje para articular algo de la curiosa y surrealista extrañeza de lo cotidiano. Poemas que a través de los micromundos del arte, el circo, el teatro y los sueños miran alrededor de las esquinas y tras el espejo, para explorar el por qué somos tan misteriosos para nosotros y para los otros, poemas cuya claridad radica en la naturaleza y la forma de las preguntas formuladas más que en la fácil respuesta. Una característica de la curva imaginativa de Harlow, es su poesía «donde el mundo se convierte en escritura y el lenguaje se transforma en el doble del mundo». Los poemas condensados con imágenes y pensamientos que cabalgan audazmente entre el mundo tal como lo conocemos y el mundo con la llamada capa civilizada removida. «Poemas de amor profundos en diferentes niveles, y poemas en prosa como siempre espléndidos e imponentes».
literatura, cultura
Antologia virtual poetas del mundo,
chile,
ediciones la silla,
ingrid odgers,
Michael Harlow
Haji Gora Haji - Zanzíbar, 1933 -Africa
MARAVILLAS
Acontecen maravillas
El pulpo fue atrapado en el bosque
Según lo que usted dice
Aquellos sin alas volaron
La madera rompió el hacha
El arenque se comió el gato
Te lo digo para que lo sepas
Y no te sorprendas
Los pollitos se comieron la cometa
Es un secreto dentro de un secreto
El camaleón dejó atrás al coche
Si así lo consideras
Hay otra palabra como esta
A través del ojo de la aguja
La hormiga que es pequeña
Por el amor de Dios
el mono fue pescado en la costa
¿ustedes nuestros ulemas?
aquellos que vuelan se sentaron
¿qué otra cosa puede ser si no la muerte?
¿qué más se puede decir?
muchas cosas hoy en día
son las maravillas de la Gracia Divina
es fabuloso si reparas en ello
No es cuestión de astucia ni de buen juicio
en la velocidad se queda atrás
al final no podrás terminarlo
de esto también yo hablo
el elefante pasó verticalmente
y se atoró.
LOS QUE YA NO EXISTEN
Vine Mtiriri, a esta red
He venido a repetir, el dicho del caudillo
El cual se dice al amanecer, y se repite todo el día
Dice kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Lo antiguo se acabó, tengo que admitir
Que ayer y el día anterior, no es lo mismo que el día de antes
Que los ancianos no reconocen madre, constriñéndose el uno al otro
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Las cosas antiguas deben permanecer, con las cosas del tiempo,
No deberían de afectar al hombre o a la mujer, de los tiempos de hoy,
El cascabel del gato, suena para los demás
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Los primeros que fueron capaces de saber, nuestros antepasados
Los que nos enseñaron la ética, para que fuera nuestro escudo
Los pusimos de lado, por la falsedad del mundo,
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
La humanidad básica, esa de la que carecemos la mayor parte
En este nuestro Mundo, nos debería sorprender
Adoramos a dirham (el dinero), a la humanidad se la ve mal
Kokoiko kokoiko, olvidamos el pasado
Los amables y responsables, los que sienten por los demás
Si se busca, afuera hay cientos de personas,
Si llegas hasta allí, será suficiente por hoy
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Están inclusive tus familiares, que van a perseguirte
El mal les permite, hostigar a sus hermanos
Con veneno y cuchillo, para alcanzar sus deseos
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Cuando se depende de uno, para la comida y el sustento
Esos parientes que se ayuda, se sienten indignos,
Otros se instalan, para sacar provecho de las dificultades
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Están los que se atreven, a decir sus palabras
Las cosas antiguas, ya no se usan hoy
Están pasadas de moda, ya no son de provecho para nadie
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Citando al caudillo, he llegado al final
Voy a levantar el campamento, para hacer una pausa en este día
Apresurándome a Chumbuni, en donde se encuentra mi lugar de base
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
EL MAR
Mantén tu mirada fija en el mar, y no navegarás,
Hay secretos escondidos, si te atreves a buscar
Puedes ser valiente, pero el miedo te alcanza
Ora cuando estés en el mar, para que Dios te ayude a cruzarlo
El mar tiene olas, y por siempre estarán allí
También complicaciones, que nunca entenderás
No ha sido ni por su color ni por la niebla, pero no nos atrevemos a entrar en él
Ora cuando estés en el mar, para que Dios te ayude a cruzarlo
Hay innumerables, incontables, enormes peces y más
Al verlos te sentirás, lleno de curiosidad
Vas a tener miedo y vas a temblar, sintiéndote incrédulo
Ora cuando estés en el mar, para que Dios te ayude a cruzarlo
Cuando estés en un barco, has como que no te importa
Mantén por dentro la calma, y en el exterior no te aventures
Mirar al agua, no te hará llegar muy lejos
Ora cuando estés en el mar, para que Dios te ayude a cruzarlo
BREVE RESEÑA
Haji Gora Haji nació en Zanzíbar, isla cercana a Tanzania, el 10 de marzo de 1933. Poeta, cuentista, novelista, dramaturgo, autor de canciones, trovador y narrador épico, activo creador durante 40 años. Escribe su obra en Ki-Tumbatu, dialecto de su isla natal, así como en Ki-Unguja, el Swahili de Zanzibar, del que se originó el actual swahili. Nacido dentro de una familia numerosa, transcurrió buena parte de su infancia como pescador, marinero y como distribuidor de especias en los puertos. Publicó la Antología Kimbunga (El Huracán), en 1994. Participa activamente en programas literarios en la radio de Tanzania. Es miembro honorífico de diversos grupos literarios y culturales en su país. Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés y holandés. Participó en el Festival Internacional de Poesía de Rotterdam en 1999.
Acontecen maravillas
El pulpo fue atrapado en el bosque
Según lo que usted dice
Aquellos sin alas volaron
La madera rompió el hacha
El arenque se comió el gato
Te lo digo para que lo sepas
Y no te sorprendas
Los pollitos se comieron la cometa
Es un secreto dentro de un secreto
El camaleón dejó atrás al coche
Si así lo consideras
Hay otra palabra como esta
A través del ojo de la aguja
La hormiga que es pequeña
Por el amor de Dios
el mono fue pescado en la costa
¿ustedes nuestros ulemas?
aquellos que vuelan se sentaron
¿qué otra cosa puede ser si no la muerte?
¿qué más se puede decir?
muchas cosas hoy en día
son las maravillas de la Gracia Divina
es fabuloso si reparas en ello
No es cuestión de astucia ni de buen juicio
en la velocidad se queda atrás
al final no podrás terminarlo
de esto también yo hablo
el elefante pasó verticalmente
y se atoró.
LOS QUE YA NO EXISTEN
Vine Mtiriri, a esta red
He venido a repetir, el dicho del caudillo
El cual se dice al amanecer, y se repite todo el día
Dice kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Lo antiguo se acabó, tengo que admitir
Que ayer y el día anterior, no es lo mismo que el día de antes
Que los ancianos no reconocen madre, constriñéndose el uno al otro
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Las cosas antiguas deben permanecer, con las cosas del tiempo,
No deberían de afectar al hombre o a la mujer, de los tiempos de hoy,
El cascabel del gato, suena para los demás
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Los primeros que fueron capaces de saber, nuestros antepasados
Los que nos enseñaron la ética, para que fuera nuestro escudo
Los pusimos de lado, por la falsedad del mundo,
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
La humanidad básica, esa de la que carecemos la mayor parte
En este nuestro Mundo, nos debería sorprender
Adoramos a dirham (el dinero), a la humanidad se la ve mal
Kokoiko kokoiko, olvidamos el pasado
Los amables y responsables, los que sienten por los demás
Si se busca, afuera hay cientos de personas,
Si llegas hasta allí, será suficiente por hoy
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Están inclusive tus familiares, que van a perseguirte
El mal les permite, hostigar a sus hermanos
Con veneno y cuchillo, para alcanzar sus deseos
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Cuando se depende de uno, para la comida y el sustento
Esos parientes que se ayuda, se sienten indignos,
Otros se instalan, para sacar provecho de las dificultades
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Están los que se atreven, a decir sus palabras
Las cosas antiguas, ya no se usan hoy
Están pasadas de moda, ya no son de provecho para nadie
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
Citando al caudillo, he llegado al final
Voy a levantar el campamento, para hacer una pausa en este día
Apresurándome a Chumbuni, en donde se encuentra mi lugar de base
Kokoiko kokoiko, nos hemos olvidado del pasado
EL MAR
Mantén tu mirada fija en el mar, y no navegarás,
Hay secretos escondidos, si te atreves a buscar
Puedes ser valiente, pero el miedo te alcanza
Ora cuando estés en el mar, para que Dios te ayude a cruzarlo
El mar tiene olas, y por siempre estarán allí
También complicaciones, que nunca entenderás
No ha sido ni por su color ni por la niebla, pero no nos atrevemos a entrar en él
Ora cuando estés en el mar, para que Dios te ayude a cruzarlo
Hay innumerables, incontables, enormes peces y más
Al verlos te sentirás, lleno de curiosidad
Vas a tener miedo y vas a temblar, sintiéndote incrédulo
Ora cuando estés en el mar, para que Dios te ayude a cruzarlo
Cuando estés en un barco, has como que no te importa
Mantén por dentro la calma, y en el exterior no te aventures
Mirar al agua, no te hará llegar muy lejos
Ora cuando estés en el mar, para que Dios te ayude a cruzarlo
BREVE RESEÑA
Haji Gora Haji nació en Zanzíbar, isla cercana a Tanzania, el 10 de marzo de 1933. Poeta, cuentista, novelista, dramaturgo, autor de canciones, trovador y narrador épico, activo creador durante 40 años. Escribe su obra en Ki-Tumbatu, dialecto de su isla natal, así como en Ki-Unguja, el Swahili de Zanzibar, del que se originó el actual swahili. Nacido dentro de una familia numerosa, transcurrió buena parte de su infancia como pescador, marinero y como distribuidor de especias en los puertos. Publicó la Antología Kimbunga (El Huracán), en 1994. Participa activamente en programas literarios en la radio de Tanzania. Es miembro honorífico de diversos grupos literarios y culturales en su país. Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés y holandés. Participó en el Festival Internacional de Poesía de Rotterdam en 1999.
literatura, cultura
Antologia virtual poetas del mundo,
ediciones la silla,
Haji Gora Haji,
ingrid odgers
lunes, 24 de diciembre de 2007
Ingrid Odgers Toloza- Chile, 1955
MIRADA
A fusão dos signos
A nomenclatura urbana
A rua dos anos
A selva do espaço invisível
o jogo da imagem
conjuga o tempo passado e nos dias sombrios
A sequência transversal
Dormir comer caminhar
Como uma rata de laboratório
Desencadeia o quotidiano
ESSA RUTINA HIPNÓTICA
ENTRE A LÍNGUA E O MUNDO
Em todo caso
Nada mata a memória
De um cientista distraído
O processo impossível
Horroriza e Desconcerta
UN REGARD
La fusion des signes
La nomenclature urbaine
La rue des années
La jungle de l'espace invisible
Le jeu de l'image
conjugue le temps passé
et les jours sombres
La séquence transversale
Dormir manger marcher
Comme un rat de laboratoire
Déchaîne quotidien
CETTE ROUTINE HYPNOTIQUE
ENTRE LA LANGUE ET LE MONDE
En tout cas
Rien ne tue la mémoire d'un scientifique distrait
Le processus impossible
Épouvante
et Déconcerte
SAND
Is there your name drawn in the sand
Is there your name
Has there
I detain the waters with the top of the foot
I detain the waters with the breath of my mouth
Gather the sand that enunciates you
And guard it in the pocket
And conceal it between my vertebrae
LOOK
The merger of the signs
The urban nomenclature
The street of the years
The jungle of the invisible space
the game of the image
brings together last time
and the shaded days
The transverse sequence
To sleep
to eat
to walk
As a laborator rate
Unleashes daily
THIS HYPNOTIC ROUTINE
BETWEEN(AMONG) THE LANGUAGE AND THE WORLD
In any case
Nothing kills the memory
Of a distracted scientist
The impossible process
Terrifies and
Disconcerts
(traducción Ingrid Odgers)
QUÉ DE FULGOR TIENE EL AIRE JUAN GELMAN
Si los pueblos están solos
Oscuros y solos
Y reciben infinitos besos de soledad
Me lo dijiste una noche estival en Concepción de Chile
La madrugada del 2 de enero de 2004 (ese año de Dios )
Tenía calor- vestía short y una blusa vieja-lo recuerdo bien
Me sentía poderosa con tu libro de antología
En mi humilde barrio de Lorenzo Arenas
Donde el único fulgor
Es un aire contaminado de trenes y buses henchidos
Estropeados por el paso del tiempo
Agotados de llevar gente por cien pesos
En mi pobre barrio de Lorenzo Arenas
La arena y el viento
Tacha los rostros de mis vecinos: los viejos y niños
(Es que los jóvenes se marchan buscando nuevos destinos)
Te hablaré hoy de la población
Herida a pedazos por la modernidad
(Por no decir olvidada-o -arrinconada)
Afligida por el alza del pan y los tomates
Infinitos besos de soledad atiborran los vientres
Palpan los ojos un horizonte lejano
Como las cuatro ruedas de un Volvo o un Porsche
En el patio de arena y uso común
Qué de fulgor tiene el aire Juan Gelman
Si tu libro es
La única riqueza que conservo
El único consuelo
En tanto
Miro a unos perros escarbar la basura
En el fulgor de la esquina
-nada ha cambiado desde entonces-
Desde entonces nada
© ingrid odgers toloza
Mi madre y lo bello
Mi cabeza no es hermosa
Lo dijo mi madre una tarde de domingo
En Chiguayante
El reloj marcaba las 15:55 p.m.
Por primera vez no era Ingrid
Objeto sagrado fábula real hija amada
De armónica estructura
Para sus ancianos ojos
Para su pequeña cabeza
Lo dijo mi madre
Casi calva
Casi ciega
Salí de su habitación
Y la sangre chorreaba
Por el pasillo
Por el living y la cocina
Tomé un mantel
Y me limpié
Crucé la lavandería
Di un empujón a la puerta
Sí, esa que da al patio
La misma que tal vez recuerdas
Me senté en el jardín
Allí donde me robaste un beso y fumamos un cigarrillo
Lloré junto al fracturado farol de las nubes
El izquierdo (parece)
Diderot lanzó un anzuelo
Recogió el corazón de las tinieblas:
El juicio es casi siempre de lo bello relativo
Y no de lo bello real
¿Cuántas cabezas ha visto mi madre,
en sus ochenta y dos años?
Si ha visto 5 cabezas diarias en 82 años
Dediqué el tiempo a calcular
Luego de meditar concluí:
La ecuación no era tal
todo hablaba de una regla de tres:
Puede comparar - suspiré con resignación-
Miré mi ropa manchada
Con el tinte de la derrota
Arrancar unas hojas
Y arrugarlas para aplastarlas o demolerlas
Con uno de mis puños
Con la punta o el taco de las botas
Parecía un ejercicio justo
Como matar la sombra de la angustia
Como matar el silencioso olor de la decepción
Como matar el rugido del dolor
Una vez más
Por una cabeza
Por una simple regla de tres
Chiu Chang Suan Shu
o Euclides y Diderot
se llevaron la corona
Nuevamente
Ella había vencido
COMISIÓN
Rompo los sesos
de mañana y noche
de fuego y túnel
Las hojas se dan codazos
en mis rodillas
encima de la cama
en el escritorio
No abandono la casa
Cercada de carpetas blancas, cremas, rojas
De cien maneras diversas
No puedo escapar a diez mil pies de altura
No puedo escapar en la cintura cósmica
No puedo hundirme en las pupilas de las nubes
No abandono la casa terrestre
Voy y vuelvo
en el vientre del alba
en rocas de tumbas y pastos ciegos
en relojes aéreos y escaleras circulares
No abandono la casa
Todas las cosas y los fragmentos
Sueñan
Todas las frutas y los viñedos
Todos los milagros inesperados
Residen
En la extremidad de tu pie
Residen
Tinta
La tinta otea
La tinta repta
La tinta mancha
Estrepitosamente
Gruñe el dolor en las paredes
Gime el dolor en las paredes
Estrepitosamente
Por ti
Dejé y dejé y dejé
Esa noche de angustia
Simplemente
Por ir a tu encuentro
Dejé y dejé y dejé
Esa larga nostalgia
Enredada en el portal
Por ti crece este milagro que soy
Por ti tañen las campanas
Por ti canta el silencio
Y silba el alba junto al viento
Y yo me muevo a diestra y siniestra
Y yo me muevo tras tu sombra
Y yo
Dejé y dejé y dejé
Rumor
La lluvia en la vereda
rescata el ritmo de la danza
Allá
allá lejos
El concreto lanza un rumor
Desvío los pasos
Desasida de mí
El concreto lanza un rumor
Allá
allá lejos
Búsqueda
Me sumo en el antiguo sortilegio
Como una llamarada
ilumina la palabra
alienta la palabra
Y es óleo que mancha y sustenta
Rasga el arco terrible de la duda
Y es árbol que crece y navega
Incógnita
Escribo lloro y lamento
Que la noche sea breve
Escribo lamento y lloro
La palabra incógnita
Que escapa en silencio
BREVE RESEÑA:
Ingrid Odgers Toloza (Concepción de Chile, 1955). Poeta, narradora y gestora cultural. Ha publicado 17 textos (4 antologías), incluidos una novela y un ensayo.
A fusão dos signos
A nomenclatura urbana
A rua dos anos
A selva do espaço invisível
o jogo da imagem
conjuga o tempo passado e nos dias sombrios
A sequência transversal
Dormir comer caminhar
Como uma rata de laboratório
Desencadeia o quotidiano
ESSA RUTINA HIPNÓTICA
ENTRE A LÍNGUA E O MUNDO
Em todo caso
Nada mata a memória
De um cientista distraído
O processo impossível
Horroriza e Desconcerta
UN REGARD
La fusion des signes
La nomenclature urbaine
La rue des années
La jungle de l'espace invisible
Le jeu de l'image
conjugue le temps passé
et les jours sombres
La séquence transversale
Dormir manger marcher
Comme un rat de laboratoire
Déchaîne quotidien
CETTE ROUTINE HYPNOTIQUE
ENTRE LA LANGUE ET LE MONDE
En tout cas
Rien ne tue la mémoire d'un scientifique distrait
Le processus impossible
Épouvante
et Déconcerte
SAND
Is there your name drawn in the sand
Is there your name
Has there
I detain the waters with the top of the foot
I detain the waters with the breath of my mouth
Gather the sand that enunciates you
And guard it in the pocket
And conceal it between my vertebrae
LOOK
The merger of the signs
The urban nomenclature
The street of the years
The jungle of the invisible space
the game of the image
brings together last time
and the shaded days
The transverse sequence
To sleep
to eat
to walk
As a laborator rate
Unleashes daily
THIS HYPNOTIC ROUTINE
BETWEEN(AMONG) THE LANGUAGE AND THE WORLD
In any case
Nothing kills the memory
Of a distracted scientist
The impossible process
Terrifies and
Disconcerts
(traducción Ingrid Odgers)
QUÉ DE FULGOR TIENE EL AIRE JUAN GELMAN
Si los pueblos están solos
Oscuros y solos
Y reciben infinitos besos de soledad
Me lo dijiste una noche estival en Concepción de Chile
La madrugada del 2 de enero de 2004 (ese año de Dios )
Tenía calor- vestía short y una blusa vieja-lo recuerdo bien
Me sentía poderosa con tu libro de antología
En mi humilde barrio de Lorenzo Arenas
Donde el único fulgor
Es un aire contaminado de trenes y buses henchidos
Estropeados por el paso del tiempo
Agotados de llevar gente por cien pesos
En mi pobre barrio de Lorenzo Arenas
La arena y el viento
Tacha los rostros de mis vecinos: los viejos y niños
(Es que los jóvenes se marchan buscando nuevos destinos)
Te hablaré hoy de la población
Herida a pedazos por la modernidad
(Por no decir olvidada-o -arrinconada)
Afligida por el alza del pan y los tomates
Infinitos besos de soledad atiborran los vientres
Palpan los ojos un horizonte lejano
Como las cuatro ruedas de un Volvo o un Porsche
En el patio de arena y uso común
Qué de fulgor tiene el aire Juan Gelman
Si tu libro es
La única riqueza que conservo
El único consuelo
En tanto
Miro a unos perros escarbar la basura
En el fulgor de la esquina
-nada ha cambiado desde entonces-
Desde entonces nada
© ingrid odgers toloza
Mi madre y lo bello
Mi cabeza no es hermosa
Lo dijo mi madre una tarde de domingo
En Chiguayante
El reloj marcaba las 15:55 p.m.
Por primera vez no era Ingrid
Objeto sagrado fábula real hija amada
De armónica estructura
Para sus ancianos ojos
Para su pequeña cabeza
Lo dijo mi madre
Casi calva
Casi ciega
Salí de su habitación
Y la sangre chorreaba
Por el pasillo
Por el living y la cocina
Tomé un mantel
Y me limpié
Crucé la lavandería
Di un empujón a la puerta
Sí, esa que da al patio
La misma que tal vez recuerdas
Me senté en el jardín
Allí donde me robaste un beso y fumamos un cigarrillo
Lloré junto al fracturado farol de las nubes
El izquierdo (parece)
Diderot lanzó un anzuelo
Recogió el corazón de las tinieblas:
El juicio es casi siempre de lo bello relativo
Y no de lo bello real
¿Cuántas cabezas ha visto mi madre,
en sus ochenta y dos años?
Si ha visto 5 cabezas diarias en 82 años
Dediqué el tiempo a calcular
Luego de meditar concluí:
La ecuación no era tal
todo hablaba de una regla de tres:
Puede comparar - suspiré con resignación-
Miré mi ropa manchada
Con el tinte de la derrota
Arrancar unas hojas
Y arrugarlas para aplastarlas o demolerlas
Con uno de mis puños
Con la punta o el taco de las botas
Parecía un ejercicio justo
Como matar la sombra de la angustia
Como matar el silencioso olor de la decepción
Como matar el rugido del dolor
Una vez más
Por una cabeza
Por una simple regla de tres
Chiu Chang Suan Shu
o Euclides y Diderot
se llevaron la corona
Nuevamente
Ella había vencido
COMISIÓN
Rompo los sesos
de mañana y noche
de fuego y túnel
Las hojas se dan codazos
en mis rodillas
encima de la cama
en el escritorio
No abandono la casa
Cercada de carpetas blancas, cremas, rojas
De cien maneras diversas
No puedo escapar a diez mil pies de altura
No puedo escapar en la cintura cósmica
No puedo hundirme en las pupilas de las nubes
No abandono la casa terrestre
Voy y vuelvo
en el vientre del alba
en rocas de tumbas y pastos ciegos
en relojes aéreos y escaleras circulares
No abandono la casa
Todas las cosas y los fragmentos
Sueñan
Todas las frutas y los viñedos
Todos los milagros inesperados
Residen
En la extremidad de tu pie
Residen
Tinta
La tinta otea
La tinta repta
La tinta mancha
Estrepitosamente
Gruñe el dolor en las paredes
Gime el dolor en las paredes
Estrepitosamente
Por ti
Dejé y dejé y dejé
Esa noche de angustia
Simplemente
Por ir a tu encuentro
Dejé y dejé y dejé
Esa larga nostalgia
Enredada en el portal
Por ti crece este milagro que soy
Por ti tañen las campanas
Por ti canta el silencio
Y silba el alba junto al viento
Y yo me muevo a diestra y siniestra
Y yo me muevo tras tu sombra
Y yo
Dejé y dejé y dejé
Rumor
La lluvia en la vereda
rescata el ritmo de la danza
Allá
allá lejos
El concreto lanza un rumor
Desvío los pasos
Desasida de mí
El concreto lanza un rumor
Allá
allá lejos
Búsqueda
Me sumo en el antiguo sortilegio
Como una llamarada
ilumina la palabra
alienta la palabra
Y es óleo que mancha y sustenta
Rasga el arco terrible de la duda
Y es árbol que crece y navega
Incógnita
Escribo lloro y lamento
Que la noche sea breve
Escribo lamento y lloro
La palabra incógnita
Que escapa en silencio
BREVE RESEÑA:
Ingrid Odgers Toloza (Concepción de Chile, 1955). Poeta, narradora y gestora cultural. Ha publicado 17 textos (4 antologías), incluidos una novela y un ensayo.
literatura, cultura
cris ogalde,
ediciones la silla,
ingrid odgers,
ingrid odgers selección Cris Ogalde
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