CIC Colectivo La silla

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Chile

viernes, 4 de febrero de 2011

Santiago Medina - España

La noche cerro el día
 
La noche cerro el día

mi mirada contemplo ese ciclo oscurecido

la luna lo apago con el interruptor del sol.

Las estrellas de emergencia llenaron de luz y alegría ese cielo oscuro,

su imagen recorrió mis sesos creando ideas volátiles en el tiempo

compare con la retina de mis ojos contando con mi memoria

el número que formaban,

tantas luces abrían mi corazón y mis sentimientos presentándose en bandeja de fina

plata con diamantes iguales que el color de la orla que dejaban.

Dicen que cada estrella es la represtación del alma de los hombres y de los seres vivos

pero en este mundo tan inhumano existen muchas almas que no lucen

 que su luz es la oscuridad de la razón,

almas sin vida , sin brillo  en este cielo..

La noche pasa en armonía

las sensaciones quedan en la memoria

recuerdos que con los demás,

momentos de amor que florecen y como una estela lucen.

La noche se cerro pero mi corazón esta abierto a todo.



El sol abrasa quemando el día

El sol abrasa quemando el día

la cigarra canta en el campo árido

las siembras cambian de color sin remedio

tintan sus cabellos de dorado envejeciendo en este periodo de estío.

Los olivos verdean escasos de agua siendo el oasis de este pequeño desierto

de esta tierra reseca y pedregosa,

en medio destaca la huerta de árboles frutales y hortalizas

regadas por el mana de un pozo artesano

donde las acémilas y los pájaros buscan la sombra tan demandada

durmiendo y soñando con los hermosos prados de primavera,

todo es un sueño de  verano en estos campos viejos de Castilla.

La tarde aprieta  y ahoga con su aire

las hormigas se esmeran y trabajan  para poder pasar un invierno de ocio

el lagarto reposa su cuerpo frió y adora al dios del sol

con su color se oculta entre el pasto para no ser victima de su descaro.

Yo observo todo debajo de una sombra en lo alto de un cerro veo el pueblo

villa de mis antepasados y de mi amada

casas de tejados centenarios que vieron  muchas estaciones

paredes de cal blancas y nacaradas como la leche

blancas y resplandecientes como las estrellas de la noche

calles empedradas donde la historia se haya en cada piedra

allí quedaron las pasiones pero ahora están vacías

su estampa fantasmal durante el sueño de una tarde de verano.
En medio se alza majestuosa una torre

una fortaleza de dios donde la cigüeña anida y da la vida

lugar social de acontecimientos , del creyente y del oyente.

Cercano se levanta el ayuntamiento

casa con mucho historial donde viven los que intentan hacer algo bueno

donde los sueños de los demás se realizan a golpe de reloj

donde su campana nos marca la hora de nuestro día.

El tiempo pasa como si fuera un simple segundo

el tiempo pasa pero mi pueblo sigue intacto.


La inocencia
 
La inocencia recorre las calles del llanto

voces y gritos se mezclan con la suciedad

buscando entre los desechos su ayuno

jugando en el sorteo de la vida

ignorando lo que es vivir

el cariño y la comprensión no tiene significado en su memoria

sobreviviendo con lo que otros no quieren.

Su niñez es simplemente fugaz

es la aureola del cometa

el murmullo en un oído

el aire calido de verano,

la mayoría de edad se imita para poder existir

viviendo en la jungla del odio y del desengaño

pasando los días que le quedan en este mundo inhumano.

Perseguidos y maltratados

corren como gacelas entre el asfalto de la ciudad

procurando descansar al raso

como sabanas las estrellas y de almohada la luna,

juguete del desaprensivo que solo busca el deseo

siendo la felicidad su palabra desconocida

que quizás no sepa nunca su verdadero significado

pero todo sigue y avanza

contando los amaneceres que le quedan para su muerte

seguramente menos digan que la tuya



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