CIC Colectivo La silla

CIC Colectivo La silla
Chile

miércoles, 9 de enero de 2008

Cristián Lagos Lagos- Chile, 1975



PESO

1 peso de volcán herido

hueso donde empolla la gallina de los huevos azules

2 árbol muerto endureciendo el velamen de los nervios para no olvidarse de mismo

3 llegaron las manos del hombre con un tropel de hormigas hambrientas

4 rasparon la carne hasta dejar el corazón desnudo

5 aplicaron la sierra y la velocidad de los motores y pulieron

6 vaciaron su pulpa como si estuvieran moldeando una vasija y de esta forma encontraron

/las vértebras que lo sostenía

ahora están desnudas y solas mirando los cerros donde a aun arde el horizonte

7 los piñones hierven hasta abrir el testamento de su cáscara

8 las cachañas nos dicen ahora:

en los mostradores de las ferias los anillos del picoyo tienen un silencio de metales oblicuos

9 un regocijo de muslos frotándose a la luz de sol

10 voy bajo la lluvia con los tuétanos colgando/ me persigue

un látigo de polvo/ me persigue

un horizonte consumiéndose en sí mismo

11 el mar

12 el mar

13 entrando en el costado del río como una puñalada transparente

sacudiendo las hojas los árboles/ madurando

junto al aullido de los troncos exiliados

14 Mirabas la mar y sal te consumía los huesos con su fiebre

15 Mirabas el mar y te ahogaba la voz un mudo estruendo de cañones

16 Mirabas el mar y algo de ti caía a las suculentas fauces del pez-miedo:

17 horizonte consumiéndose

18 ojo de hacha

vigilado

quieto con su luz de cuervo rabioso amamantado tu garganta con su leche estéril

19 cada vez que cierro los ojos

cruza en balsa a otros pastos donde la lluvia enciende todas las tarde el farol de las piedras

20 el paso de los trenes enciende la bujía de los huesos

21 los durmientes inflaman los pezones y la sal
en los ojos se quema y oscila en la orilla donde estuvo alguna vez tu voz

22 aparecen las raíces que sostienen el árbol de mis venas

23 hoja delgada/ luminosa
paisaje sin cerraduras/ sediento se deshoja en el techo de tu voz

24 Frente a la puerta de tu casa ordeño las ubres del crepúsculo/ una jarra se hunde en el mismo río donde bebes mi rostro/bajo un mismo cielo destrenzas un surco/una semilla /un látigo azul/un candado/ un ciclo de antorchas oxidadas/un cuenco de greda donde el aire entrega gritos trasparentes/un cielo que cae entre las hojas raspando y moviendo las aspas que mueven el molino de tus ojos

24 Anoche estábamos bebiendo y cocinando carne en la parrilla del oxigeno/había luna y las

nubes se abrían como una margarita en el corazón de enero/cuando de pronto algo pasó quemando el hueco de mi voz y extravié mis dedos/ pensé en Beatriz que era pan centeno/ catuto que es el pan de piedra/ pensé en los queltehues pastando las orillas del lago Lacar

25 /entierro los dedos tanteado con cuidado las raíces del michay/ entre lo áspero de la corteza

corre la lisura de unas vetas que se aplastan hasta entregarnos un separador de libro mudo y t transparente/ hojas delgadas que movía el viento en las arenas del lago Lacar

26 recogí carbón y lo encendí/se abrió un pozo donde las vertientes crecen con las horas/el trigo ilumina las carretas y levanta la neblina de los cerros

27 hay algo más claro como un sueño surgido en las márgenes de un río?

28 los palillos del viento desatan las hilachas de los árboles

28 los gorriones taladran los huertos donde habita el germen de tus dedos

29 la noche cae tras las cortinas con un sonido de vasijas

30 qué hacías cuando mi voz era apenas un guijarro solo

cuando en mis sienes golpeaban los martillos de viento

cuando mi corazón era un aspa de madera?

31 los huesos blancos de olvido desaparecen ahora

ebrio de nieve saludo la cornisa de los pájaros

32 el crepúsculo ha cuajado en los más violeta de los cardos

apaleados cargos

desangrados cardos

Ante el viento inclinan

La cabeza



Ante el viento inclinan

La cabeza

33 Los vuelos nupciales anudan los días que pasan lentamente atropellados

34 la totora recibe los círculos concéntricos del agua / y yo

los golpes trasparentes del viento

35 algo tiembla entre las coyunturas del frío

36 los botes subyacen ante el miedo de perder el horizonte

37 el vaivén del fuego mueve lentamente nuestros huesos en la noche

38 entran y salen cisnes por la única ventana que es la niebla

39 los troncos guardan cantos funerarios

40 las agujas del reloj cuecen estos horizontes poblados de pájaros indecibles

41 la sal del agua petrifica la nieve en tus costados

42 masticas charqui de caballo

43 el oxigeno del frío enciende los techos y el humo

44 ensancha el sonido metálico del pájaro que ladea la cabeza y busca lombrices sobre un suelo incierto

45 crece entre las paredes un árbol el ave de las plumas enlutadas

46 El ave del pecho colorado

47 El ave de las goteras metálicas

48 El ave con sus huesos de flauta fabrica espasmos luminosos

49 fabrica tejuelas donde descaman sus aletas los pescados

50 fabrica hebras de aire movidas por las hojas del plenilunio

51 no sientes un llepo de culebras cuando llueve?

52 creciéndome

voy en tu sangre cuando hay sangre

53 silvandome

estoy cuando el viento silva por tus calles

54 hundo dedos en cenizas / unto con saliva tu frente

55 mastico en tu mesa piñones tostados y mastico charqui

Froto mis huesos en tus huesos

como un trueno azul pasa un caballo por tu puerta

No ves tu propia sombra movida por el fuego?

56 sacudiéndose

Esta el árbol de mis venas

Sosteniendo

al pájaro veloz

no sientes el ruido de la primavera?

57 floreciendose

Esta la flor de mi espíritu

En sus cuernos de agua

58 bebo mi

rostro en los ríos que pasan bajo un mismo cielo

59 Se destrenza un surco

Una semilla púrpura

Un látigo azul

Un candado

Una

Puerta trasparente donde ordeño

las ubres del crepúsculo.

60 Yo era un ciclo de antorchas oxidadas

Un cuenco de greda donde el aire daba gritos trasparentes

Un cielo que caía entre las hojas

Raspando y moviendo el aspa de tus ojos

61 De un horizonte a otro cabalga el oxígeno

quemando el hueco de mi voz

Extraviando el surco de mis dedos

en sangre voy

y estoy descalzo de palabras.

escaso

de pan centeno

de catuto que es pan de piedras

62 Los queltehues pastan las orillas del lago Lacar.

63 Una página con raíces de michay desata un temporal de olvido

64 masticas los pétalos descarados de una flecha y/ surgen en las márgenes de un río

Un cuenco de piedra/ un huso en el eje de los sueños/

tu voz/ en el girón de los barrancos

mi corazón es un surco donde vienen los gorriones a picotear las migas de mi ayer

65 sale

un humo degollado/ un húmero

la luz de un hacha/

deshuesada cuelga en las escaparates de este pueblo

66 golpean una tabla y la veta de los ríos deja un olor a bosque entre los párpados

67 el espantapájaros recibe los golpes del sol y se sacude con un ruido de vertiente seca

68 iba ese verano de 1994 de árbol en árbol recogiendo la semilla del pewén

y ahora el viento enrollándose en tus nalgas / transparente enjambre de culebras que

ahoga mi voz/ estoy en sangre y sangre voy / mudo de distancia y zarzas ardiendo sobre tus

colinas




BREVE RESEÑA

Cristián Lagos Lagos (Curacautín, 1975). Poeta, co-fundador Taller de Literatura Huitral Mapu, Curacautín. Participa en diversos encuentros artísticos literarios.Edita el libro EN EL PAIS DE LOS ESPEJOS QUEBRADOS en Curacautín e integra antologías poéticas de la región de la Araucanía.- Edita HUESOS TRASHUMADOS0 el año 2006. Es distinguido con el Primer lugar en el Concurso de poesía LAUTARO A SU HIJO JORGE TEILLIER, Lautaro y obtiene premio Concurso de Poesía Pablo Neruda de San Fernando.

Prepara “Poemas para la Mujer del carpintero”, “&”.

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